En Sudamérica existen intenciones de legalizar el control de estabilidad como equipamiento de serie desde hace ya bastante tiempo. En Argentina se acordó en 2014 que para el 2018 debería ofrecerse en los modelos nuevos y para 2020 en todos los 0km. Sin embargo, los fabricantes lograron propagarlo hasta el 2020 y recientemente hasta el 2023.

 

Se entiende por modelos nuevos, a los vehículos inéditos o que estrenan generación, como en el caso del Chevrolet Onix, mientras que los 0km, son básicamente cualquier vehículo nuevo que se venda en un concesionario.

 

Será obligatorio desde 2024

En Brasil desde 2020 es obligatorio para los modelos nuevos llevar ESP e iba a serlo para el resto de autos 0km en 2022. Sin embargo, las automotrices brasileñas agrupadas en Anfavea llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Jair Bolsonaro para prorrogar la implementación de esta importante característica de seguridad.

 

Ahora será obligatorio desde 2024, pero se implementó una fecha intermedia para un cambio progresivo. En enero del 2023, el 50% de vehículos de pasajeros que se vendan en Brasil deberán contar con esta importante característica de seguridad, que mantiene el control del vehículo en maniobras de emergencia, llegando a salvar vidas.

 

Las automotrices en Brasil aseguran que debido a la crisis del Coronavirus no se pudieron realizar los tests de comprobación de seguridad, realizados en el exterior. Vale la pena mencionar que la intención original de las automotrices era la de extender dicha reglamentación hasta 3 años, sin embargo, el gobierno solo les dio uno.

 

El control de estabilidad en Panamá

En el 2020 sorprende que aún se tenga que hablar de esto en Latinoamérica, más teniendo en cuenta que de acuerdo a estudios realizados por la NHTSA añadir el sensor de ESP a un auto con frenos ABS costaría, en aquel entonces, alrededor de 111 dólares. Ahora, recientemente Latin NCAP y Consumer International hablan de apenas 50-60 dólares.

 

Si en Sudamérica llueve en Panamá no escampa, y es que en nuestro país no existe una regulación, ni tampoco intención alguna de mejorar la seguridad de los vehículos que se venden localmente.

 

El Toyota Hilux, el vehículo más vendido en Panamá el año pasado, no tiene ESP de serie, tampoco el Hyundai Accent ni el Kia Rio. De los 10 vehículos más vendidos, solo el Honda CR-V, Toyota RAV-4 y Rush llevan ESP de serie.

 

Fuente: Autoblog.com.ar