Uno de los proyectos más curiosos de Isuzu, se trataba de un deportivo con motor central, desarrollado en conjunto con Lotus y que hizo su debut en el Salón del Automóvil de Tokio en 1989. La época dorada de las marcas japonesas.

 

Contrario a lo que muchos tal vez piensen, Isuzu ya contaba con algunos vehículos deportivos bastante respetables en su historia, tal es el caso del Isuzu Bellet GT-R de 1969 y algunas versiones deportivas del modelo Gemini que también fueron bien recibidas.

 

De igual manera este prototipo fue algo totalmente inesperado en aquella época. Para lograrlo, Isuzu encomendó a sus diseñadores el desarrollo de un vehículo deportivo con influencia europea. El encargado fue Shiro Nakamura, quien luego se iría a Nissan y desarrollaría el icónico Nissan GT-R R35.

 

La arriesgada propuesta de Isuzu

En aquel entonces Isuzu y Lotus estaban bajo el paraguas de General Motors, lo que le permitió a los japoneses beneficiarse de la ingeniería inglesa. Bajo el capó equipaba un motor montado transversalmente de 4.2 litros, diseñado por Lotus, capaz de generar entre 300 a 350 caballos de fuerza y tracción integral.

Recibía de Lotus una moderna suspensión activa. Se trataba de una tecnología increíblemente avanzada para la época, teniendo en cuenta que en aquel entonces, este tipo de sistemas solo se veían en algunos monoplazas de Fórmula 1.

En el interior, el 4200R también equipaba algunas novedades interesantes, como un sistema de navegación, reproductor de video, sistema de sonido premium, además de clúster de instrumentos digital y extrañamente una máquina de fax.

 

Luego en 1993, Isuzu freno todo el desarrollo y fabricación de vehículos compactos, para desde el 2002 solo enfocarse en vehículos comerciales y SUVs.

 

Después de su aparición en Tokyo, el 4200R volvió a almacenarse durante un periodo de tiempo desconocido antes de ser completamente desmantelado. El proyecto fue olvidado, hasta que en el 2010 fue introducido de manera digital a Gran Turismo 5.

 

Fuente: Automobile

 

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